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domingo, 9 de noviembre de 2014

EL TRABAJO DE USAR Y TIRAR.





EL TRABAJO DE USAR Y TIRAR.
Para las enseñanzas sociales cristianas y, por tanto, para la HOAC, el trabajo es el centro de la cuestión social. De que haya o no empleo y de que éste se desarrolle en condiciones dignas depende la solución a muchos problemas sociales como la precariedad, la pobreza y la exclusión social.
En los cinco minutos de intervención que se me han concedido voy a procurar desarrollar brevemente tres aspectos: el primero, teórico pero, con fuerte influencia en la praxis: La transformación  del trabajo, por la acción del sistema capitalista, de un principio  de vida que humaniza en un instrumento de empobrecimiento  y deshumanización del mundo obrero. El segundo es  consecuencia del anterior e  ilustra con una breve estadística la situación laboral que describimos. Y el tercero esboza  la necesidad de continuar el  compromiso militante de siempre en paralelo a una iniciativa que indague y construya yacimientos de empleo y fuentes de trabajo.
En la introducción decíamos que el sistema capitalista ha producido una situación de empobrecimiento  y deshumanización de l@s trabajador@s  por transmutación del trabajo de un principio vital, fuerza o actividad en un instrumento al servicio de la explotación de la persona. No sólo el trabajo ha perdido su dignidad de  principio de vida al ser cosificado por el poder económico, sino que la misma persona trabajadora ha pasado también a ser  un instrumento o mercancía a  disposición del sistema productivo y del libre mercado, privándole de su verdadera naturaleza de sujeto, autora, creadora y artífice del trabajo para convertirse en un objeto más del sistema económico. Sobre el obrer@ y trabajad@r se han colocado las pesadas y deshonrosas cargas  de la precariedad, el desempleo, la pobreza e incluso la exclusión social.
 Como se dice que una teoría es acertada si es confirmada por la práctica, pasemos pues  de  la teoría a la praxis, iluminada ésta con una breve estadística negativa que cuantifica los desmanes del sistema:
En nuestra realidad más próxima: el paro ha llegado en Cádiz y provincia a casi  190.00O personas.  Andalucía, con 1.044.155 desempleados, tiene más de dos millones de personas  en la pobreza y un millón aproximadamente están en situación límite. La  cifra global de paro en España es también lamentable: supera los cuatro millones quinientos  mil trabajadores y trabajadoras que no tiene trabajo, y todavía no han aparecido los resultados de la EPA. Todo esto tiene muy crueles consecuencias para la familias, casi dos millones de familias españolas no reciben ingreso alguno de sus miembros.  Además  doscientas mil personas, de las que ciento cuarenta y cinco mil son nativas, se han visto obligadas a abandonar el país en busca de una mejor suerte.
La situación en el mundo no es más halagüeña, ya que las dos terceras partes de la humanidad viven en la pobreza y carecen, por tanto, de un trabajo. Aproximadamente un millón doscientas mil mujeres no tienen acceso a los bienes fundamentales de una vida mínima y 25.000 niñ@s  mueren diariamente en el mundo por hambre y enfermedades. ¿Qué mundo tan indigno es éste,  alabado hasta el aburrimiento por los propagandistas del sistema en los MMCC? ¡Qué pena da leer artículos panfletarios en la prensa de papel, en los que se critica sin piedad ideas o iniciativas que pretenden dar la voz de alarma ante tanto trato injusto a los ciuadan@s, principalmente a los necesitados y empobrecidos, y se las sofoca con  descalificaciones y  sospechas, creando estados de opinión infundados o poco objetivos!
No obstante, este panorama tan negativo y el desagrado que nos producen sus raíces filosóficas, económicas y políticas, no podemos ejercer continuamente el papel de plañideras o plañideros. Hemos de abrirnos camino, si no queremos que la realidad que nos han construido los poderes financieros, el Gobierno, y  políticos, sindicalistas y empresarios  nos engullan sin remedio.  Por esta razón, muchas de las personas que asistimos a este acto  estamos comprometidas en diferentes organizaciones, a la vez que confluimos en tareas comunes de participación, denuncia, acción directa y/u organizada. Algun@s llevamos años en el empeño porque sabemos que  está dedicación permanente al compromiso es  necesaria para intentar frenar las injusticias, y en el caso concreto que me corresponde en esta intervención, sirve también para dar la voz de alarma ante los numerosos atentados a los trabajadores y trabajadoras, mediante reformas laborales de los gobiernos de turno, en connivencia con la CEOE, que ponen en mano de los empresarios todo el poder para legalizar el despido libre, los contratos basura y los salarios de hambre y transformar contratos fijos o discontinuos en temporales, entre otras “lindezas”.
 Llevamos adelante este compromiso porque estamos convencidos de la necesidad de una profunda reforma del Estado al servicio de una economía que ha desregulado profundamente el mercado. Hemos de  repensar el sentido de nuestra humanidad, la política y el carácter humanizador y digno  del trabajo; acometer la reforma de la empresa para que esté  gestionada por todos los sectores implicados en ella; articular los horarios laborales, a fin de conciliar la vida familiar y social; potenciar la lucha por la defensa y extensión de los derechos sociales, desvinculándolos en algunos aspectos del empleo y refundar el movimiento sindical para los nuevos tiempos que se avecinan. El sindicalismo no puede estar indiferente  a los movimientos sociales y éstos han de entender que todavía durante mucho tiempo se necesitarán las organizaciones sindicales como instrumentos de control del mundo obrero porque ni hemos alcanzado la Arcadia o la Utopía ni los nuevos movimientos políticos podrán asegurar un sistema que garantice al cien por cien la justicia social.
 Sin embargo, siendo este compromiso popular, político y social muy necesario, parece no ser suficiente, si no ganamos espacios sociales por medio de iniciativas en la búsqueda de yacimientos de empleo y otras fuentes de trabajo, más allá del mismo empleo. Como decía no hace mucho tiempo nuestro amigo Pedro Castilla, necesitamos de expertos que analicen la realidad social y económica, en las distintas especialidades de los saberes teóricos y prácticos, para crear proyectos laborales y sociales- uno de ellos entre otros, la renta básica- desde las circunstancias  reales de Cádiz y su provincia, con la finalidad de que afloren estas posibilidades de riqueza y empleo. ¿Cómo? La respuesta a esta pregunta sería la creación de un foro social de personas capaces dispuestas a dedicar su tiempo y talento a la construcción de  planes concretos y científicos que permitan  el descubrimiento de tales posibilidades.



1 comentario:

Comite Óscar romero dijo...

Excelente análisis, como todos los que suele realizar Paco González.
Aporta unos fidedignos y escalofriantes datos y profundiza en las causas de tan aterradoras estadísticas y las terribles consecuencias que produce para la humanidad.
Como siempre, desde una mirada cristiana y comprometida con la sociedad, y una admirable y coherente conciencia humana, también apunta unos horizontes de esperanza, fundamentados en la fraternidad global, único sendero para conseguir La Paz y felicidad de todas las personas que habitamos este maravilloso planeta.